domingo, 16 de octubre de 2011

Louvre

En una primera visita a la ciudad no se puede dejar de ver, el edificio del Museo del Louvre. Merece la pena ver sus modernas pirámides acristaladas y el contraste con el gran palacio, construido originalmente como fortaleza ante las incursiones vikingas y que luego fue ampliado y restaurado por los sucesivos gobernantes. Si es posible, la imagen es digna de ver tanto de día como de noche.

   
El edificio que alberga el museo desde su fundación es el viejo castillo del Louvre, luego reconvertido en palacio real. Su origen se remonta al s.XII, y fue embellecido con ampliaciones renacentistas y otras más tardías. En este edificio acumuló el rey Carlos V sus colecciones artísticas. Los posteriores monarcas Francico I y Enrique II planearon reformas para hacer de él una verdadera residencia real renacentista. Fue la reina Catalina de Médicis la que esbozó el proyecto que hizo del Louvre el gran palacio que es actualmente, labores que Enrique IV despucontinuó és de las gerras de religión.              





                

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